lunes, 1 de noviembre de 2010

Mi Nena blanca , Néstor y la autopista

en un viaje sin parar y sin mirar atrás, me di cuenta de que hay cosas que no hay que volver a mirar nunca mas y el perrito es la clave para pararme y mirar nuevamente...y si, era obvio no había que mirar.
Solo había que ser un perrito admirador de nada y de nadie para notar nada y conocer una nada sin limites, como los de la nada.
Siempre dije que la gente no me daba asco, pero estoy aprendiendo que hacen puntos para asquearme y demostrarme que los otros no están tan enfermos como yo creía-
No se si esto va o no va aquí...ya creo que depende de la foto que le cuelgue; o no sé porque ustedes son cada vez mas inteligentes y yo cada vez mas estúpido o algo así.
Salgamos un toque del idealismo y pensemos en pragmatismo o como le gustaba a alguien cercano de no hace tanto, en clave positiva (orden, progreso y todas esas yerbas que aun no entiendo bien o sí que es peor....nunca me van a meter el orden como algo bueno es solamente una forma de inducción)...mmm para que escribir sobre esto??
Lo Único importante es mi hija blanca que me quiere sin nada importarle, ni siquiera estar separados.(a los que se estén preguntando les respondo: la blanca, es mi niña maltesa que vive lejos de mí pero vernos ya es razón para amarnos.
y a todo esto pongámosle a la autopista de rosario a córdoba el nombre del Néstor que él la hizo posible che

miércoles, 20 de octubre de 2010

Una Foto

Dos figuras que me muestran en el mar y que se desfiguran a sí mismas para dar paso a una cruel realidad de hombre mujer.

No se si la imagen es esa línea blanca  o esas negras....y puta no hay un gris, solo esa nube que amenaza a irse del cuadro.

Tesa me dijo que eran dos enamorados, pero no lo creo, una de ellas me dijo que el otro era la maldad y lo afirmó en el momento preciso en el que de entre el saco la camisa y algo mas encontró un arma y le apunto a la otra y disparó sin mas memoria que la nada.

La arena mostro un tono rojizo y juro por dios que no es mi pluma sino su propia sangre...maldita sangre que ensucia esa arena perfecta que Barcelona aprecia tanto. Por que había que acabar esta historia de amor con sangre? serán mas perritos de lo que yo me imaginaba y me imagine, maldito Yorke que me das a pensar e imaginar, maldita arena, maldito mar.

Esa historia de amor tan perfecta me dice que no hay perfectos...que no hay nada. MMM, no, si hay, que no veamos bien no significan que no hay.

Ahora, Tesa, veo nuevamente la foto y veo a dos que se quieren en una tarde en el mar que solo esperan la noche para hacer de la próxima mañana...esa mañana que nunca olvidaremos ninguno porque los sobrepasará.

Pero maldito Yorke, Maldita arena y maldita foto que no me dejan pensar mas que en una solución o desilusión, no lo se...maldito todo; Maldito mar de quimeras que entorpece mis sentidos y los de él, que no piensa y decide matar.

Y la arena Roja, el mar rojo ; solo un cuerpo es testigo de que se internará en el mar a esperar esa linea blanca que nunca llegará, jamás.

 

                              Para Tesa y el nadador de níquel

lunes, 4 de octubre de 2010

dar

El sol me dio la luz; la luna su compañía

Los perros, la amistad; las aves, libertad

Los días, despertares; las noches, soledades

Las ganas, ansiedad; los errores, frustraciones

La música, placer; las fotos, su complemento

Mi lápiz, un infierno; Gris, un testamento

Mis sueños, un paseo; los tuyos, un deseo

El mar, la contemplación; la montaña, resurrección

La lluvia renovación; la brisa, frió

El bar, un donde; el otoño, un cuando

La soledad, un como; ella, un porque

Vos amigo de metal, una salida…

domingo, 26 de septiembre de 2010

Toto, no es negro

Como me di cuenta que hay personas que no merecen una caricia es una cosa compleja.

No me di cuenta hace mucho, en realidad hace muy muy poco.

A ver analicemos que es una caricia. Es ese momento postume que una mujer anhela y disfruta con solo un elegido y un hombre no desperdicia con cualquiera, lo da a quién lo merece. Lamentablemente no me di cuenta por desperdiciar algo tan importante, sino solo por leer; digo lamentablemente porque hace ya tiempo que no los desperdicio.

Hace ya unos días que vengo leyendo y me doy cuenta de que las caricias pasadas han sido desperdiciadas (venga, que esto es el perrito y acá todo vale en cuestión de sentir) Me sale solo decir esto (será esta la primera y la ultima vez que escribo algo realmente fuera de toda fantasía aquí) una razonable necesidad de expresar lo que siento, es como mi purísima y oro de sabina o una de las tomas que a nadie le gusta de sebastiao o la bronca de Lorca que no expreso, no se, algo.

Todos tenemos estos momentos y se los escribo para que sepan que yo también los tengo y mañana tal vez este escribiendo otra cosa pero quería captar esta imagen.

De donde viene todo esto? mmm ni lo imaginan…se lo voy a agradecer a alguien que no lo puede ni entender,la única personita que me llama por un sobrenombre tan chistoso como toto. Pequeña mujer que me vas a poder mucho pero mucho tiempo,me enseñaste.Me enseñaste que tus caricias no son en vano y que las recibe quien las merece y no vas a analizarlo, sale.

La inocencia muchas veces nos enseña a aprender cosas y eso es lo que ella hizo por mí, sacarme de este mundo…bueno el mundo de todos nosotros y mostrarme que no sirve preguntar,es solo ese momento que ilumina el día desde alguien que te quiere.

Que dificil es escribir al futuro pero lo voy a intentar. Ufff. Este toto escribe para vos desde el pasado, nunca pero nunca dejes de ser tan dulce y mirá como toto sabe que esto no es negro, es blanco, porque le das ese marco a toda esta despiadada realidad.

Ahora los demás preguntémonos a quien le regalamos y le hemos regalado nuestras caricias, somos unos imbéciles?.

 

                                                                      para vos Juani

viernes, 24 de septiembre de 2010

Feliz navidad

 

El frío lo recorre todo pensaba, asumía su condición y se rendía a la idea de que hoy sería como ayer, nada estaba por cambiar, nada.

Ropa sin placares; sueños sin camas; hambre sin mesas; Esperanzas sin destino; esa era la realidad, aunque por momentos la engañaba a cachetazos y se sustraía al limbo de los sin razón.

vagar no era su deporte pero se le daba bien, solamente paraba cuando la lluvia arreciaba y lo impedía. En esos momentos se suspendía en un mundo fantástico que nadie podía entender o ver; ese era su lugar mas allá de nosotros los demás, que en la lejanía nos abandonaba. Su mirada perdida recordaba a la mas pulcra de las miserias humanas, el abandono.

Sus pies eran escarpados de rozar y rozar contra el mundo; su cara era esa barba larga sucia que recordaba que la suerte un día dejo de respirar a su lado; sus manos, las mas oscuras que se hayan visto, siempre intentaban quedarse inmóviles pero su franca locura se adueñaba de ellas.

Siempre escoltado por su caballo sin granadero, como le gustaba imaginar a su perro; al perro era al único substantivo que podía agregarle un adjetivo posesivo. Habrías llorado de solo verlo pero te lo impedía su molesta insistencia constante de hurgarte para encontrar algo que comer. A pesar de todo lo había protegido y sacado de mas de un lío.

El no se preguntaba sobre los demás, no los miraba con desprecio, no los examinaba y diagnosticaba con su mirada, mas bien se ocultaba de la vista inquisidora de los terceros.

El nació vivió y se fue antes de que yo siquiera tocase este mundo, no lo conocí, pero se muy bien como era, porque mi bis abuelo siempre y cada una de las navidades que se presentaron no dudo en cederle un placar, una cama, la mesa y compañía.

Todas esas noches sabía que debía tocar solamente la puerta y esta se abriría para tener a los demás para él aunque sea una noche. A mitad de la noche como el viento que lo había traído sigiloso se retiraba sin que nadie lo viera hasta el año que vendría. Pasaron una navidad tras otra y la abuela sabía poner ese plato que no sobraría, que nadie como él apreciaría.

Una navidad no volvió…esa fue la navidad que mas entristeció al abuelo

 

 

                                                                     ….para ivi

domingo, 19 de septiembre de 2010

Flotadores de Metal


Ya no espero falsas sorpresas que me hagan desesperar ni por un segundo mas. Seguro pensaste que no te creo…y es sumamente cierto, busco un final abierto.
Hoy desvestido de lejanías pasadas me dirijo a esa playa donde un cobarde no supo que hacer . La arena está intacta, no se ha movido ninguno de sus granos, lo mismo que el recuerdo; de a poco comienzo a internarme entre las olas, sin pedirles permiso; la espuma moja el cigarrillo que tanto había guardado para este momento, pero igual pienso terminarlo; mientras como si fuera un espejo veo nada en la oscuridad del mar. Siento mis pies hundirse debajo de mí, devorados por la arena y no intento hacer nada .
Ya se acaba el cigarrillo mojado y sigo parado como una roca interrumpiendo a las olas, abriéndolas como un forense; mi propia vida abierta tal cual esos surcos en el mar se cerraran cuando ya no esté para interrumpir el discurrir de mi alrededor.
No se quién me empujo pero me salvó, no preguntes por qué, pero lo hizo; Tal vez no debas ni preguntarte porque ya conocés tu propia respuesta
El agua me inunda y me despedaza, me tranquiliza, arranca esas partes que ya hace tiempo tendría que haber erradicado. No lo hice temí, me ajusté en una sintonía que se desvanecía de vez en vez hasta que ya no hubo mas y me abandone a mi suerte.
Me adormezco y voy cerrando los ojos con mucha paz y nunca mas los abriré.
Sabía que era un viaje sin tener que mirar hacia atrás, nadie puede volver cuando tiene flotadores de metal.






jueves, 16 de septiembre de 2010

El árbol de Tanatos


Desparramado debajo de este gran árbol, fueron mis malas formas y mi degradación las que me trajeron hasta aquí y me impusieron este frío que hoy no deja de recorrer mi espalda desnuda. Rama por rama veo en ellas mis pecados que inmóviles, a pesar del viento, me observan y me condenan.
He maldecido, he escapado y en mi cabeza cada hoja de este árbol puede contar una historia. No puedo ya adivinar que soy o quien, creo que me deje mi personalidad hace años en otro lugar y de tanto escuchar mis pecados no me convenzo de haber sido algo bondadoso en algún momento
Con mis ultimas fuerzas me aferro al siniestro tronco que se va encarnando dentro de mí y me voy incorporando; al subir veo delante el atardecer que se esta apagando y se esta tornando rojizo el bosque, soy por un segundo feliz recordando la vida como yo la ví. Creo ver montañas blancas iluminadas pero mis ojos pueden engañarme las lágrimas y la sangre nunca fueron compañeras de la claridad
Alguien lejos grita y brama por mí…pero con su mirada, puedo verlo. Se esta acercando lo mas que puede pero el árbol no solo me atemoriza a mí
El árbol me invita a que sea parte de sus ramas y ya no puedo negarme, no hay tiempo ni sombra que este árbol pueda guardar de mí, solo me sostuvo por unos instantes
Comienzo a pensar agitadamente y múltiples imágenes se presentan y como los colores cuando son muchos…todo se vuelve blanco.
No voy a huir, debo asumir lo que soy y como terminaré
Lastima que para ellos esto solo sea una anécdota de una tarde mas en Luisiana de 1911

domingo, 12 de septiembre de 2010

Vuelve el AJUSTTICIADOR

Luego de una acalorada charla discusión con algunos de los integrantes de el ajustticiador decidimos (algunos jejeje) volver.
En el perrito como ya es sabido quedaran mis cuentos horrendos para los que quieran quedarse....para los que pidieron mas humor y demas vamos para el

http://ajustticiador.blogspot.com

domingo, 5 de septiembre de 2010

Resplandor

Este “pedazo de algo” no estaba en mis planes que se publicara por separado pero ante “tu” insistencia se los muestro un chiquitin. Sin mas preámbulos le doy paso a Resplandor



Resplandor; resucitación, mas resplandor...no sabía que es lo que sucedía; El blanco amarillento invade los sentidos los oídos retumban sin dar tregua. Desorientado y sin saber nada, mas bien en la nada. ¿Esta sería la nada? No, parece que no, sino no podría estar pensando y teniendo conciencia de él pensando en la nada. Pero ¿por que se encontraba a si mismo y no recordaba? ¿Cuanto tarda la memoria en regresar? Era claro que su ser y estar era precedente de esa memoria. Un juego filosófico que se cruzó por su mente fugazmente y que pretendía atesorar antes que desapareciera.
Poco a poco la inundación de luz se comenzó a disipar y con la lentitud de una gota que se desliza, el gusto, el olfato, el tacto y todo lo que lo hacía humano regresaba.
El tacto fue lo que mas lo sobresaltó, todo a su alrededor era frío; la gelidez en esos extremos acarrea miedo y no se encontraba absorto a ese sentimiento.
Los aromas que regresaban a su nariz le dieron la sensación que produce la sal al impregnarse en una prenda y para nada quitaban el obstinado sentimiento de temor que se acrecentó aun mas.
El oído no ayudaba, no existía sonido reconocible que le diera una brusca orientación como suele suceder.
Su boca, que parecía pretender asustarlo todavía mas, solo le obsequió un sabor acido penetrante, insoportable y despiadadamente obsceno que no contribuía en nada a su desasosiego.
Todo este conjunto de descargas sensoriales lo aterraron en cuestión de milisegundos; es que solo habían transcurrido esos minúsculos fragmentos desde que despertó y este momento en que su vista se incorporó al plantel de la información espacial.
Que problema la vista, el sentido mas engañoso y el mas necesario en este instante. Gracias a dios los humanos no pensamos en esa advertencia platónica a la hora de orientarnos, sino solo seríamos aun mas temerosos de nuestros otros sentidos.
Invocamos la inexactitud de nuestra vista cuando nuestros sentidos están todos encendidos y prestos a dibujar el espacio tiempo y ella ya no es tan necesaria; pero no era este el caso.
Aun su vista no había regresado por completo pero ya prendía en su interior una pequeña chispa de felicidad que se apaciguaba cada vez que parpadeaba y sus pestañas se pegaban se torcían y acomodaban.
Los sentidos se agudizaban y el olfato ya reconocía el acido, sus oídos estaban aturdidos sus manos sentían el frío sobre todo la fiel compañera.
El pánico se disipaba solo para darle paso, de la mano de la vista, al terror. Sus ojos tuvieron el primer flash y el humo era el apoderado del escenario, dibujaba figuras sin comprensión manchando la habitación. Inclinó su cabeza y en su mano derecha pudo ver un revolver que relucía su cromado gracias a la luz que tímidamente entraba por la ventana como suele hacer el sol en los amaneceres del invierno.
Cuando miró hacia delante pudo ver la figura de un hombre desparramado en el suelo con seis certeros agujeros que parecían haber trazado su camino desde el arma que no se despegaba de su mano. De una tranquilidad de soledad pasó al percutir de su corazón que parecía haber cobrado vida propia y no tener intensiones de formar parte de su cuerpo.
No era para menos había matado

miércoles, 21 de julio de 2010

Dulce noche de espera

Algunas personas deberían ser acompañadas por la muerte desde mucho antes de pensar y algunos otros no deberían pensar luego de no acompañarla.
Mucho menos a puertas cerradas implorar cordura, vida dura que no entiende y se parte en pedazos en las puertas cerradas de sus narices.
No es noche para llorar es noche para que aprendas, es noche que amarga la existencia y recordar que llorar es una muerte prolongada.
Sos un extraño, a la larga espera que te condena y sos condenado por un extraño que espera y transforma la noche mas calida en gélida; desarma, arregla, despedaza y remonta tu cabeza.
Es una pura desolación la certeza de la muerte asegurada cuando vez pasar todas esas imágenes que no se detienen y muestran, te acongojan, muestran!!!
El ultimo cigarrillo, ya no te quedan; no pensaste en eso no pensaste en nada solo en una vida de regalo que ahora muestra que nada era gratis y pasa a colectar…pero no te preocupes seguramente tu vida esta marcada por el destino y de esta también podes saltar o talvez la nostalgia de todo esos obsequios te engañe y te regañe sin que lo notes.
Esclavo de las palabras que algún otro decapitado reseña, sordo inmaculado de esta niebla que deja una colilla que aun en una mano tiembla. Nadie entiende, esa es siempre la contienda que te enfrenta con vos que te eleva y te devuelve a la tierra…debajo de ella.
Hay mucha gente extraña en la habitación, no sabes si soñas o es real…es un público preferencial, que te vino a ver o talvez a esperar. Haces memoria crees ver a quien conoces o no, o solo es un tal vez, en síntesis…no sabes.
Yo por mi parte me despido y espero irme antes del amanecer, estas son cosas que no me gusta ver. Igual vuelta a casa pienso en vos y me distraigo recordando tu adiós, no era nada en una dulce noche de espera que terminó.
Yo veré el amanecer.

Mañana por la mañana alguien morirá, vos

sábado, 26 de junio de 2010

Gris

Ocho palos en la rueda y una vuelta de hoja es todo lo que se puede cargar en una valija sin sueños.
La vida no lo agracio y lo perjudico en cuanto la muy maldita tuvo una oportunidad...
Sin permiso de nadie y con inconciencia propia de una depresión o de una falta total de sensatez, mi amigo sin dudas y sin preguntas se arrojo al vacío; caídas hay pero como esa creo que ninguna volverá a existir, fue todo un ocaso...pero para que adelantarse al postre sin saborear la comida o sea dejen que cuente como llegamos hasta acá

Todo comenzó un mal día en el que logró la conciencia de su estar y vislumbró su pequeñez, no fué cuando nació ni fue cuando caminó, fue cuando la luz golpeo dentro de su cabeza; un momento que lo convirtió en errático y pesimista ese momento infeliz al que pocos pueden llevar su memoria y volver sanos. Demás esta decir que no hacía falta que lo recordara, siempre estaba en el.
Un mal llevar con todos y con todo lo dejo siempre en un vereda obscura que lo traicionaba en cada huella que le imprimía y que le impidió ver alegría, calidez o algo particular en los demás; todo y todos eran obras en blanco y negro de un teatro que aun era mas bicolor, impedimento este para que observara algo mas que su nariz.
La poca comunicación con todos no impedía que sus ideas no convirtieran su cabeza en estallidos constantes de apasionadas fantasías que lo trasladaban a un mundo colorido el que naufragaba cuando habría sus ojos. Su crueldad no era dañina en su esquema, lo cruel no era tal no se podía ser cruel con el blanco y con el negro, solo se es cruel cuando se quita el color y este mundo había nacido frío y desteñido. Como una daltónica obsesión busco alguna pauta de sus fantasías; hasta intento probar el amor de ese que hablaban las nubes blancas y negras que lo rodeaban pero no funcionó o lo hizo pero lo decepcionó. Nunca quiso aprender que la decepción era parte de los colores.
Una vez lo conocí y me interesé por él a pesar de que él no dejo de verme en la obscuridad; intercambiamos, o yo lo pensé así, nuestras ideas e intente prestarle mis crayones para que intentase dibujar; demás esta decir que de nada sirvió y que solo vio mis colores como muchos blancos y negros mas. Nunca pude llegar a él, pasó el tiempo y solo nos unió mi lástima y sus lastimaduras.
Llovía y tomo la decisión de que ya iba haciendo hora de que los blancos desaparezcan y que el negro ocupase la habitación de su vida, sin dubitar puso un pie sobre un escalón luego sobre otro y aferrado, pero si acariciar, el pasamanos comenzó a subir la escalera que lo llevaría hacia la azotea. Ni en ese mismo instante pudo ver que la escalera era marrón de madera finamente revestida y generadora de un chirrido que hubiese asustado hasta al mas valiente, todo siguió bicolor.
La brisa de la azotea no despejaba su idea y era una invitación a volar, las gotas impactaban contra sus ojos impidiéndole abrirlos totalmente, pero no hacia falta para que seguir viendo lo que no deseaba si con ellos cerrados podía soñar y desvanecerse dentro de un mundo real que lo esperaba.
Esa tarde si que era bicolor, lo negro del cielo y lo blanco de los edificios parecían haberse puesto de acuerdo con él. No tenía ningún dolor, no tenía ningún sentimiento solo una ansiedad por encontrar su fantasía asi que se encamino a la cornisa y comenzó a desafiarla. Sus únicos testigos cuatro palomas que hinchadas, puede ser por el frío, no iban a impedir lo que estaba por suceder y solamente una emitió un sonido sordo que ni siquiera era para él. El agua comenzó a arremeter con mas fuerza y la brisa ya no era tal, la cornisa trazaba una fina y precisa línea entre todo lo que pensaba que le esperaba por lo que sin mas esperas se lanzó
No cerró los ojos quería ver por ultima vez los grises de esa tarde y de ese mundo, nada había cambiado todo seguía igual. El estrepitoso ruido que provocó al caer no despertó a nadie salvo por una de las palomas que se lanzo a volar.
Ya en el suelo todo seguía gris pero algo cambio una fina línea roja se extendía desde detrás de su cabeza y sus ojos se llenaron de lagrimas las que no pudo secar para ver mas nítidamente ese color, la línea pronto fue un charco y fue lo ultimo que vio, pero era rojo

el perrito del viajante

El perrito del viajante

Era un Fox que a pesar de ser chiquito era muy bravucón y ladrador su dueño un viejo viajante que lo había aceptado como regalo en unos de sus paseos comerciales para que le hiciera compañía en el auto ya que era duro muchas veces el viaje solitario y la radio no era suficiente compañía.
Jeffer le decía su dueño y era al vocablo al que él respondía moviendo su cola que había sido cortada cuando aun no se había dado ni cuenta y formaba extrañas figuras cuando se movía a grandes velocidades.
Era el amo y señor del asiento del acompañante, el copiloto, el que escuchaba atentamente lo que su dueño decía sin entender palabra pero sabiendo que se dirigían a él en particular...eso era suficiente para que sus orejas se balancearan como si de orientarlas se tratara entender.
Jeffer no era un perro cualquiera, el era "el perro" su carácter lo definía como un malhumorado y desafiante animal que siempre clavaba la mirada en quien le hablara sin emitir sonido como si del mejor auditorio se tratara. A mis ojos era malo era peligroso y algunas veces hasta llegaba a ser de poca confianza...dentro mió envidiaba a su dueño.
Juan, su dueño, adoraba al animal y lo entendía como un hijo. Llegaron a entenderse al punto tal de que un sonido de Jeffer, el cual era muy particular debo destacar, ya era señal de que debían detener el automóvil porque necesitaba representar sus respetos a la naturaleza orinándola. Juan habría la puerta del lado de su amigo y solo descendía y buscaba con gran velocidad un lugar donde realizar su proeza. Juan solo lo observaba desde el auto sin siquiera bajarse; es que jeffer poseía una extraña timidez a que lo observaran en estos asuntos.
Por su trabajo Juan se detenía en diversos lugares de su ruta; en alguno de ellos Jeffer podía bajar de su trono en el segundo asiento y en otros solo debía esperar en el silencio y la quietud del automóvil detenido; En estos últimos todas su amarguras cuando era puesto a cargo de la guarda del vehículo eran sobrepasadas por la vuelta de Juan quien era recibido con un ladrido, una mirada y una cola inquieta que decidía el seguir andando.
Todo resultó bien durante años Juan y Jeffer recorrieron miles de kilómetros juntos y se hicieron compañía mutua sin pedirse nada a cambio pero los años no cesaban para ninguno de los dos y mas aun para jeffer que ya entraba en su décimo tercer año de vida; en la cabeza de Juan no paraba de retumbar la idea de que Jeffer algun día lo dejaría luego de años juntos y que no tendría consuelo. Juan siempre pensaba que cuando el día llegara sepultaría a Jeffer al costado del camino que tantas veces los vió pasar, pero no podía imaginar el momento solo llegaban imágenes poco claras de la situación y en un instante desaparecían descansando su mente y su corazón.
Jeffer cada vez era mas estático en su asiento y Juan intentaba animarlo hablándole cada vez con mas frecuencia pero el can solo apoyaba su barba blanca en la tela que casi tenía su forma y lo observaba como cansado y apagado por el paso del tiempo.
Todo hubiera cambiado por una inmunidad al reto de la muerte para que Jeffer siguiera siendo su compañero.
Atrás quedaron los días de gloria en los cuales Jeffer solía desaparecer del asiento y trasladarse a los lugares mas recónditos del automóvil en busca de algo que nunca encontraba y que era solo detenido por el llamado de Juan a que recobrara su posición en su lugar, lo que nunca hacía sino que buscaba la manera de apoyar el hocico en la falda de su amigo como intentando un perdón sin sentido de sentir haber hecho algo.
La tristeza se hacia una etapa constante y compañera de los viajes en la mente de Juan que cada vez veía con mas claridad las imágenes de su pequeño amigo dejan libre su lugar.Se acrecentaban las veces en las que las lágrimas le recorrían su cara nublándole la vista y solo se recuperaba cuando observaba la certera mirada de Jeffer impávido.
Una tarde mientras se encontraban en viaje a kilómetros de nada y Jeffer comenzó a producir ese sonido particular que obligaba a Juan a hacerse a un lado del camino. Juan sin vacilar detuvo el vehículo, su amigo no era mas un jovencito y no podía esperar como lo hacía. Jeffer toco el pasto y con lentitud se encargó llevado por su hocico de encontrar un buen lugar a 4 o 5 metros del automóvil. Ya terminada su tarea se tomo un segundo para levantar su hocico al viento y darse cuenta de que una pequeña brisa en la carretera casi lo empujaba y que el sol poco podía hacer ya para mantenerlo caliente; con su compresible lentitud se dirigió al auto.
En el asiento luego de un esfuerzo de porte para subir jeffer no pudo contener su tristeza y cortó el aire del habitáculo con ladridos y llantos propios de un perro.
El tiempo no paso solo para Jeffer también hizo nido en Juan quien a pesar de su esfuerzo por seguir en la ruta tuvo que hacerse a un lado para morir.