miércoles, 21 de julio de 2010

Dulce noche de espera

Algunas personas deberían ser acompañadas por la muerte desde mucho antes de pensar y algunos otros no deberían pensar luego de no acompañarla.
Mucho menos a puertas cerradas implorar cordura, vida dura que no entiende y se parte en pedazos en las puertas cerradas de sus narices.
No es noche para llorar es noche para que aprendas, es noche que amarga la existencia y recordar que llorar es una muerte prolongada.
Sos un extraño, a la larga espera que te condena y sos condenado por un extraño que espera y transforma la noche mas calida en gélida; desarma, arregla, despedaza y remonta tu cabeza.
Es una pura desolación la certeza de la muerte asegurada cuando vez pasar todas esas imágenes que no se detienen y muestran, te acongojan, muestran!!!
El ultimo cigarrillo, ya no te quedan; no pensaste en eso no pensaste en nada solo en una vida de regalo que ahora muestra que nada era gratis y pasa a colectar…pero no te preocupes seguramente tu vida esta marcada por el destino y de esta también podes saltar o talvez la nostalgia de todo esos obsequios te engañe y te regañe sin que lo notes.
Esclavo de las palabras que algún otro decapitado reseña, sordo inmaculado de esta niebla que deja una colilla que aun en una mano tiembla. Nadie entiende, esa es siempre la contienda que te enfrenta con vos que te eleva y te devuelve a la tierra…debajo de ella.
Hay mucha gente extraña en la habitación, no sabes si soñas o es real…es un público preferencial, que te vino a ver o talvez a esperar. Haces memoria crees ver a quien conoces o no, o solo es un tal vez, en síntesis…no sabes.
Yo por mi parte me despido y espero irme antes del amanecer, estas son cosas que no me gusta ver. Igual vuelta a casa pienso en vos y me distraigo recordando tu adiós, no era nada en una dulce noche de espera que terminó.
Yo veré el amanecer.

Mañana por la mañana alguien morirá, vos